A la hora de comercializar un producto, las empresas deben plantearse la estrategia de distribución que deben seguir. Se trata de planificar su recorrido, desde que se fabrica hasta que llega al cliente o consumidor final. Para ello, hay que determinar aspectos como los intermediarios que intervendrán en el proceso, el tipo de transporte escogido, los Hubs o centros logísticos que almacenarán el producto o los canales de venta en los que los clientes podrán encontrarlo. El objetivo de cualquier estrategia de distribución debe estar encaminado a resultar lo más eficiente posible para que la mercancía pueda llegar lo antes posible a las manos del consumidor.
Una buena estrategia de distribución es un factor muy importante cuando se busca garantizar el éxito de un producto, ya que ayudará a aumentar ventas, permitirá tener un mayor control sobre el stock disponible, reducirá costes operacionales y contribuirá a que el cliente quede plenamente satisfecho.
Modelos de distribución logística
¿Quieres saber más sobre distintas posibilidades de distribución? Para empezar, te explicamos dos posibles modelos, que van en función del número de intermediarios que intervienen en el proceso.
Distribución directa
En este caso, se reduce de forma considerable el número de intermediarios que participan en la distribución del producto. Bajo esta estrategia, el fabricante hace llegar su producto al consumidor final de modo prácticamente directo. De esta manera, se tiene un mayor control de la cadena logística y se considera un canal de distribución corto, ya que está compuesto generalmente por el fabricante, el minorista y el cliente.
Distribución indirecta
Con este modelo intervienen varios intermediarios entre el fabricante y el cliente final y, a diferencia de la distribución directa, al existir más “actores” implicados, se pierde un cierto control del producto. Se trata de un canal de distribución largo, debido a la participación de, como mínimo, dos intermediarios que normalmente son el mayorista y el minorista.
Ambos modelos tienen sus pros y contras y dependen en gran medida de la capacidad operativa de cada empresa. La distribución directa obliga a disponer de mayores recursos propios, mientas que la indirecta puede ser una excelente apuesta, si no se disponen de tantos recursos y se quiere conseguir un rango más amplio de distribución, gracias a las redes comerciales de las que acostumbran a disponer los grandes mayoristas.
Tipos de estrategias de distribución
Por otra parte, además de la estrategia de distribución a seguir en función del número de intermediarios, también hay que considerar las características y posicionamiento con el cual se quiere dotar a un determinado producto. En este caso, deberemos “jugar” con distintas posibilidades de distribución, encaminadas a facilitar el encuentro entre la oferta y la demanda.
Intensiva
Se acostumbra a utilizar esta estrategia para productos de gran consumo que están a nuestro alcance en muchos puntos de distribución.
Con la distribución intensiva es habitual que participen varios intermediarios y es un modelo que acostumbra a estar asociado a productos que encontramos en comercios tipo supermercados o farmacias.
Exclusiva
Con esta estrategia de distribución, el alcance de los puntos de venta también es relativamente amplio, pero inferior a la intensiva. Un buen ejemplo, pueden ser el de determinadas marcas de ropa, en que el fabricante distribuye la mercancía en puntos de venta que, en algunos casos, incluso pertenecen a la propia marca.
Selectiva
Este modelo es el que tiene un ámbito más restringido y se acostumbra a usar para productos que relacionamos o consideramos de lujo, como pueden ser joyerías, algunas marcas de moda o de tecnología. Con esta estrategia se limitan los puntos de venta y se seleccionan las tiendas, y se les otorga una mayor relevancia a los servicios posventa y a la experiencia del cliente.
La estrategia de distribución tiene una gran importancia en la comercialización y la percepción del consumidor ante un producto. Las empresas de transporte de última milla intervenimos activamente en esta cadena y de la efectividad de nuestro servicio, también depende el grado de satisfacción que tendrá el cliente ante un determinado producto.
Por este motivo, en Paack apostamos desde el primer momento por un modelo operacional basado en las entregas programadas, para que los usuarios puedan disponer del producto que han comprado justo en el momento que quieran, un factor determinante para que la experiencia de compra sea valorada positivamente.