Smishing y phishing: Consejos para no caer en este tipo de estafas

smishing y phishing

Es muy probable que alguna vez hayas recibido un SMS o un correo electrónico sobre la recepción de un paquete, o en el que te solicitan facilitar una serie de datos personales. Este tipo de mensajes, muchas veces enviados en nombre de entidades teóricamente de confianza, pueden esconder un interés por estafarnos. A través de mensajes llamativos del tipo “¡Has ganado un sorteo!” o “Hay problemas con la entrega de tu paquete” podemos caer en ciberestafas que se conocen popularmente como smishing o phishing.

¿Qué es el smishing?

El smishing consiste en un mensaje de texto enviado en nombre de alguna entidad, como por ejemplo un banco, para que el receptor comparta información privada o descargue sin darse cuenta a través de un link, lo que acabará siendo un virus o programa malintencionado en el teléfono móvil. Si caemos en la trampa, los estafadores podrán acceder a información confidencial o a nuestras cuentas bancarias, con el consiguiente peligro de que nos acaben desplumando.

¿Qué es el phishing?

Por su parte, el phishing tiene que ver con un tipo de estafas que conllevan la suplantación de la identidad online. Esta práctica acostumbra a estar relacionadas con el envío de correos electrónicos fraudulentos, que persiguen, conseguir que el destinatario del mensaje haga clic en un enlace, abra un archivo o descargue un adjunto en el email, para conseguir contraseñas o datos valiosos con los que el estafador podrá llevar a cabo sus intereses.

Consejos para el smishing o phishing

Inevitablemente, todos estamos expuestos a este tipo de estafas y es muy difícil no ser potenciales víctimas de este tipo de prácticas ilegales.  Pero lo que si podemos hacer es ser precavidos e intentar no caer en la “trampa” que nos tienden los ciberestafadores. Para no llevarse desagradables sorpresas, lo mejor es seguir siempre algunos de los consejos que te brindamos a continuación:

En caso de dudas, no arriesgar

Probablemente, se trata del consejo más importante y la principal garantía para no caer en una estafa. Es tan sencillo como ignorar un mensaje ante la más mínima sospecha de que puede tratarse de un caso de phishing o smishing, y ponerse en contacto con la entidad emisora para comprobar si la información es verídica o no.

Revisar los mensajes con mucha atención

Los mensajes falsos utilizan nombres e imágenes de empresas reales, pero si nos fijamos, es muy probable detectar algún error, que nos puede poner sobre la pista de que se trata de un posible engaño. Para ello, es importante revisar con detenimiento los enlaces, ya que a pesar de que a primera vista pueden parecer auténticos, si les prestamos mayor atención, podemos detectar cosas raras como letras que no encajan.

No pinchar en el enlace adjunto a un mensaje

Ante la más mínima duda, no hay que hacer clic en un enlace. Para asegurarse de que no es una estafa, lo mejor es acceder desde un buscador directamente a la web de la empresa supuestamente emisora y no siguiendo el enlace del mensaje. De esta manera, evitaremos acabar en páginas fraudulentas.

Desconfiar de los mensajes muy alarmantes o llamativos

Generalmente, este tipo de mensajes se escriben para alarmar como si fueran asuntos urgentes que hay que atender o bien con reclamos muy llamativos como la obtención de algún premio. Estos mensajes no siempre pueden conllevar una estafa, simplemente pueden estar relacionados con campañas para la obtención de datos para brindar posteriormente información comercial. Pero, en cualquier caso, ante la duda, mejor no atender y eliminarlos directamente.

Jamás introducir datos personales

Difícilmente una entidad de confianza nos pedirá que facilitemos determinados datos personales o contraseñas. Por tanto, a no ser que estemos completamente seguros de que la página que visitamos es segura, lo mejor es no introducir datos confidenciales. Para saber si una web es fiable podemos observar si empieza con ‘https://’ y si al acceder aparece en el navegador un icono de un candado cerrado.

Atención a las faltas de ortografía

Si el mensaje contiene faltas de ortografía o las palabras no concuerdan, lo más probable es que se trate de un fraude. Este tipo de estafas se pueden orquestar desde cualquier punto del planeta y, en ocasiones, los mensajes se traducen directamente de otros idiomas, cosa que muchas veces deriva en faltas de ortografía o en estructuras gramaticales extrañas, que los acaban delatando.

Usa un buen navegador

Si hemos hecho clic en un enlace sospechoso, un buen navegador podrá bloquear las amenazas y evitar que accedamos al sitio web. También podemos recurrir a un antivirus para aportar una protección extra al navegador que utilizamos.

Cambia tus contraseñas frecuentemente

Para evitar que ningún malware acceda a información privada, es muy recomendable cambiar las contraseñas cada tres o seis meses e ir revisándolas para garantizar la seguridad de las cuentas. Y también se puede activar la doble autenticación, para añadir así, otra capa de seguridad extra cuando se intente iniciar una sesión.

España es el tercer país del mundo con más ciber amenazas, por lo que nunca está de más ser precavido y preocuparse por la ciberseguridad para evitar tener futuros problemas. No se trata de obsesionarse, pero tal y como hemos comentado, antes la más mínima duda, lo mejor siempre es ignorar un mensaje.

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