Los consumidores cada vez están más familiarizados con las compras online y han ido desarrollado un mayor conocimiento sobre los diferentes procesos relacionados con las transacciones que realizan por Internet. Esta realidad ha motivado que valoren las distintas posibilidades que ofrecemos las compañías de transporte para la recepción de los envíos o que conozcan con detalle las políticas de entregas y devoluciones que siguen las empresas que se dedican al comercio electrónico. Además, esta “cultura” que han ido adquiriendo como usuarios, ha facilitado que algunos términos relacionados con el vocabulario logístico les empiecen a sonar. Este podría ser el caso de la palabra cross-docking que, si bien forma parte nuestra jerga profesional, su uso, en muchos casos, ya no resulta tan extraño.
¿Qué significa exactamente cross-docking?
Se trata de un término que hace referencia a la preparación de pedidos, cuyo factor diferencial, respecto a otro tipo de modalidades, es que la mercancía se distribuye directamente al usuario sin pasar previamente por un periodo de almacenamiento. Es decir, que los productos permanecen muy poco tiempo en el centro de distribución, con lo que no es necesario almacenarlos, ni que pasen por un proceso de picking.
Para entender la aplicación de este sistema de preparación de pedidos, debemos tener en cuenta que, en una cadena de suministro tradicional, el centro de distribución juega un papel clave a la hora de guardar la mercancía mientras se activa la demanda. Asimismo, también es importante considerar que, para garantizar un buen funcionamiento del cross-docking, es fundamental que exista una buena coordinación entre todos los actores implicados en el proceso: tiendas, almacenes, empresas de transporte y usuarios finales. También resulta clave la aplicación de la tecnología, que debe ayudar a maximizar la eficacia del servicio.
Ventajas del proceso de cross-docking
Ahorro de costes
- Los costes logísticos directos e indirectos son inferiores respecto a otros sistemas de distribución, ya que el cross-docking no requiere de almacenaje ni de picking, lo cual significa reducir la intervención del personal de almacén y de las rutas de transporte.
Mayor agilidad en los envíos
- Otra de sus principales ventajas es la rapidez en los tiempos de entrega, ya que, al no requerir de almacenaje, es un sistema que permite dotar de mayor agilidad a los envíos.
Funcionamiento del cross-docking
Existen diferentes formas de organizar el cross-docking, que van en función de diversas variables que hay que considerar a la hora de preparar los envíos, pero en función de su funcionamiento se pueden clasificar en:
1. Cross-docking predistribuido
Es el modelo de cross-docking básico. Los productos los prepara y organiza el proveedor en función de la demanda de cada momento. Por tanto, la operativa se limita a la recepción de la mercancía para su distribución inmediata, sin que, prácticamente, tengan que intervenir los trabajadores del almacén.
2. Cross-docking consolidado
En este caso, los productos que se recibe en el almacén deben pasar por un sencillo proceso de manipulación para ser adaptados a los requerimientos del cliente final. Para ello, se trasladan al área de cross-docking, situada en el propio almacén, donde se realiza un control antes de proceder a su distribución.
3. Cross-docking híbrido
Respecto a los dos anteriores modelos, su funcionamiento es un poco más complejo, ya que obliga a preparar los pedidos en la zona de cross-docking, combinando la mercancía que proviene de los vehículos de transporte, con la que se encuentra almacenada, de ahí la denominación de híbrido. Es una operativa que permite afrontar una mayor variedad de situaciones, pero para la que es necesaria una mayor coordinación y que la mercancía pase por un breve tiempo almacenada.
Tal y como te hemos explicado, el cross-docking es un modelo logístico que permite un ahorro económico y una mayor agilidad en los envíos. En Paack, nuestra operativa está centrada en poder ofrecer las soluciones más adecuadas y, para ello, actuamos bajo distintos modelos operacionales, que nos permiten adaptarnos a las distintas necesidades de nuestros clientes.