Como imaginamos que ya sabrás, el pago contra reembolso, tal y como indica su nombre, consiste en pagar un pedido justo en el momento que se entrega, en la mayoría de los casos, por parte de una empresa de transporte.
Es una modalidad de pago que con el paso del tiempo ha ido perdiendo protagonismo. Posiblemente, en los inicios del comercio electrónico este sistema tenía más sentido, ya que era una buena fórmula para superar las reticencias de determinados consumidores, que podían llegar a desconfiar de tener que realizar un pago por adelantado sin que todavía el paquete se encontrara en sus manos.
Actualmente, lo más normal es pagar online en el momento que realizamos una compra. En este sentido, la flexibilidad y garantía de la mayoría de las tiendas respecto a sus políticas de envíos y devoluciones ha motivado que el contra reembolso haya perdido peso. Los consumidores acostumbran a tener muy claro que, si por cualquier cosa el paquete que han adquirido no cumple con sus expectativas, podrán devolverlo y se les retornará el dinero sin mayor problema.
A pesar de ello, todavía en determinados productos o servicios, como pueden el caso de la comida a domicilio, el contra reembolso es habitual y pagamos en el momento que se entrega lo que hemos solicitado. En estos casos, lo más corriente es ponerse de acuerdo en la forma de pago, si tarjeta o efectivo y, en este último supuesto, incluso pactando previamente la cantidad exacta de cambio que deberá entregar la persona que nos lleva la comida.
Tampoco debemos olvidar que el contra reembolso puede llegar a tener un cierto riesgo: por ejemplo, que un consumidor se arrepienta de la compra realizada y que decida de forma unilateral no recoger el paquete, teniendo que asumir el fallido intento en la entrega o bien el transportista o la tienda online.
¿Podemos abrir el paquete antes de pagarlo?
A la hora de responder esta pregunta, lo primero que debemos tener en cuenta es que la legislación determina que el contra rembolso es un sistema que cada empresa de transporte ofrece a sus clientes marcando sus propias condiciones. Es decir, no hay nada que impida hacerlo y que cada compañía tiene absoluta libertad para establecer sus propias reglas del juego.
Sin embargo, la realidad es que, en la mayoría de los casos, se exige abonar la compra antes de abrir un paquete para evitar posibles problemas. La explicación es muy sencilla y se resume en una pregunta muy clara. ¿Quién asume la responsabilidad si la mercancía sufre algún daño en el momento de abrir el paquete? Si no se ha realizado el pago, ni se ha firmado ningún comprobante de recepción, el usuario puede despreocuparse y quitarse de encima cualquier responsabilidad.
También cabe apuntar que existe una vía por la cual se autorizaría abrir el paquete antes de abonarlo. Siempre se puede llegar a un acuerdo y autorizarlo explícitamente. En este caso, en el albarán de entrega debe reflejarse esta posibilidad para que no haya malentendidos y, si sucede cualquier incidencia, todo esté suficientemente claro.
Tal y como te hemos explicado, el pago contra reembolso es una modalidad cada vez menos habitual. La apuesta de Paack se basa en las entregas programadas, un sistema que brinda a los usuarios la máxima seguridad y les facilita que puedan recibir los pedidos sin mayores incidencias, justo en el día y horario que han seleccionado. Además, nuestros clientes, ofrecen todas las garantías, con lo cual si entregamos un pedido y el consumidor no se encuentra satisfecho, a pesar de haber realizado el pago, podrá acogerse a retornar su paquete y que le devuelvan el dinero.