Cada vez vamos tomando más conciencia medioambiental y de cómo nuestras acciones pueden afectar al entorno. Y las marcas no son una excepción. Ya que buscan minimizar su impacto ambiental a través de la mejora de sus productos para hacerlos sostenibles. Y no solo eso, ya que este es, además, un factor que también influye en los compradores a la hora de adquirir un producto.
Con la consolidación de los eCommerce y el aumento de las compras por internet, se exige una mayor demanda de recursos naturales, lo que conlleva una inevitable producción de residuos añadidos.
El plástico, con importante presencia en varios embalajes, también toma especial relevancia en el packaging: desde la ropa, pasando por productos de todo tipo hasta la comida. Sin ir más lejos, y según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el 46% de los residuos plásticos acaban en los vertederos municipales, mientras que el 22% se gestiona de manera inadecuada. En algunos casos, como en envases para alimentos o bebidas, son de un solo uso. Además, se trata de un material que con un largo periodo de descomposición a largo plazo y con una producción que requiere generar mucha energía, ya que se crea a través de combustibles fósiles o de fuentes energéticas no renovables. Estos últimos son, precisamente, los que afectan al medio ambiente y a los ecosistemas naturales.
Conscientes de la problemática, las administraciones públicas cuentan con diferentes normativas para disminuir el consumo de plástico. Por ejemplo, el
Parlamento Europeo aprobó este año diferentes medidas para reducir los residuos de envases en la Unión Europea y hacer los envases más sostenibles.
Una de las medidas será prohibir algunos de los plásticos de un solo uso a partir del 1 de enero de 2030.
¿Qué medidas se pueden utilizar para reducir el plástico en el packaging de los productos, ayudando a proteger así el medio ambiente?
1. Utilizar materiales reciclables o biodegradables
Una forma de reducir el consumo de plástico es sustituir este material por cartón, vidrio, papel o incluso bioplástico. Este último es similar al plástico, pero está hecho a partir de plantas, maíz o caña de azúcar, entre otros materiales naturales, por lo que no resulta tan dañino para el ecosistema y son biodegradables.
El uso de estos elementos es un primer paso para crear un packaging sostenible y, gracias a su empleo en los embalajes, los eCommerce y los negocios tradicionales pueden contribuir al medio ambiente y reducir la huella ecológica.
2. Rediseñar los embalajes
En relación con el punto anterior, rediseñar los envases para reducir el peso es una de las claves para la sostenibilidad de una empresa. Este concepto ayuda a minimizar el consumo energético y el logístico. Es decir, a parte de contribuir a hacer un uso más eficiente del espacio, también ayuda a que haya menos emisiones durante el transporte.
Se pueden rediseñar los embalajes para que sean más minimalistas con el objetivo de disminuir el impacto ambiental y la huella de carbono. Lo que significa que se utiliza la cantidad de material justo y adecuado para poder crear un packaging que no contenga plástico. Todo ello, sin desatender, eso sí, la protección del producto que contiene el embalaje ya que, si el consumidor final recibe su pedido con desperfectos, puede perjudicar su experiencia de compra.
Asimismo, se puede facilitar el diseño para que el embalaje sea desmontable. Es decir, que permita al comprador separar los materiales que envuelven el mismo producto para facilitar el reciclaje.
3. Emplear envases reutilizables como packaging
Para no usar plástico en el embalaje de los productos, los eCommerce y los negocios tradicionales pueden utilizar envases de vidrio o bolsas de tela. Estos últimos ayudan a alargar la vida de los objetos y después hay la posibilidad de darles diferentes usos. De esta forma, se eliminan los residuos innecesarios.
Finalmente, hay que tener en cuenta que utilizar un embalaje sostenible ayuda a mejorar la imagen de las marcas y aporta un valor diferencial y competitivo, siempre sin olvidar el eje central de todo: la sostenibilidad. De esta forma, las marcas pueden contribuir a la protección del medio ambiente, algo que buscan muchos consumidores a la hora de comprar, reforzando sus valores e introduciéndose también como palanca de negocio.
Hoy en día, los comercios tienen una gran variedad de opciones para poder envolver sus productos. A través de la innovación y el diseño inteligente, la industria del packaging crea soluciones sostenibles que ayudan a las empresas a construir un futuro próspero para las próximas generaciones.