El mes de diciembre inicia una de las épocas con más volumen de ventas, especialmente desde Black Friday hasta después de las fiestas navideñas. Los consumidores aprovechan los descuentos, ofertas e incluso las rebajas para comprar durante esta época.
En consecuencia, comercios tradicionales y eCommerce experimentan un aumento de la demanda. Por ello, es necesario que los negocios puedan gestionar y anticiparse al incremento del consumo con el objetivo de poder ofrecer a los clientes finales una buena experiencia de compra.
En este artículo analizamos las claves para preparar los comercios para una de las épocas más ajetreadas del año.
1. La logística como core de la gestión eficiente
Una de las partes más críticas dentro del proceso de compra para el cliente es la espera. Por lo tanto, es importante que los pedidos lleguen en el plazo de entrega indicado. Aquí se añade un factor clave en la logística: la conveniencia. Esto significa que el comprador final puede elegir cuándo y dónde recibir el pedido.
Es por ello que el comercio necesitaría planificar con antelación las rutas de transporte de los productos. De esta forma, la entrega también sería más eficiente y los pedidos llegarán en el plazo indicado por el cliente .
2. Trazabilidad de pedidos
En relación con el punto anterior, la trazabilidad de los pedidos es relevante para los comercios, pues es una garantía para entender el éxito de un eCommerce. En este sentido, el seguimiento permite tener un mejor control interno y ágil dentro de la cadena de suministros y de los productos del comercio.
Cuando el negocio comparte la información a tiempo real sobre el estado del pedido al comprador, se crea una percepción de seguridad y confianza. Asimismo, en fechas tan señaladas como es la Navidad, el seguimiento ayuda al comprador a saber si el paquete llegará a tiempo.
En Paack entendemos la importancia de hacer seguimiento de los pedidos y la trazabilidad a través de la tecnología e innovación, que juegan un papel relevante a la hora de saber dónde está un pedido.
3. Optimizar la página web
En el caso de los eCommerce, para que los usuarios tengan una experiencia de compra positiva, es necesario que la velocidad de la página web sea óptima. Esto significa que, si la página web tiene una velocidad de carga lenta, es probable que el usuario abandone la web y, por lo tanto, no realice ninguna compra.
Asimismo, otra medida para optimizar la página web es tener un diseño responsive o adaptativo, lo cual permite que se vean correctamente todos los elementos de la página web independientemente del dispositivo que se utilice.
Según el Estudio de Ecommerce de IAB Spain y Elogia, los dispositivos que más se utilizan para comprar por internet son el ordenador (73%) y el móvil (66%). Este último es especialmente predominante entre los más jóvenes que adquieren los productos a través de la web y la app por la comodidad y por las promociones y ofertas que hacen habitualmente las marcas en estos canales. En este sentido, el hecho de acondicionar la página web en ambas versiones, supone un valor añadido para el eCommerce y, sobre todo, para el comprador.
Asimismo, a estos factores se les suma que la web tenga un diseño intuitivo y que la usabilidad y la navegación de esta sean buenas. Es decir, el posible comprador busca que haya una facilidad para encontrar lo que necesite en la web del eCommerce sin perderse dentro de ella.
4. Hacer una previsión fiable del stock
Para poder tener una previsión exacta del stock, los comercios necesitan recopilar toda la información sobre el comportamiento de los clientes y las fluctuaciones de la demanda. El resultado de esto es tener una estimación aproximada del inventario para preparar correctamente la cadena de suministro y responder a la demanda exponencial que se crea durante los últimos meses del año.
Por otro lado, si un comercio no se prepara adecuadamente hay riesgo de que se cree el efecto látigo . Este es el resultado de una estimación incorrecta de stock disponible por parte de los actores de la cadena de suministro, aunque hay también otros factores como los retrasos en la fabricación de los productos. Como resultado de esto, los comercios pueden experimentar una demora en las entregas y, por lo tanto, una mala experiencia para todos los implicados en la cadena, incluyendo el más importante: el comprador. Por esta razón, para poder evitar el efecto látigo es necesaria la comunicación y la coordinación entre todos los actores de la cadena de suministro y dar respuesta a la demanda de forma efectiva y rápida.
5. Proporcionar facilidades en las devoluciones
Los clientes se fijan en que los comercios tengan unas políticas de envíos y de devoluciones claras, pues este es un factor decisivo a la hora de hacer una compra.
Por ello, buscan opciones flexibles y procesos simplificados para retornar o cambiar los productos, ya que, si a la hora de hacer una devolución se encuentran con facilidades, es probable que aumente la fidelidad; mientras que, si encuentran obstáculos, tendrán una mala experiencia de compra.
En este sentido, para un eCommerce, también es necesario planificar la logística inversa. Esta última es la que permite que un producto que tenga que ser devuelto vuelva a estar incluido en el stock para volver a comercializarse.
Si los comercios tradicionales y eCommerce consiguen hacer una buena gestión del aumento de la demanda, estos podrán proporcionar al cliente final una experiencia positiva antes, durante y después de la compra. Esto hará que aumente la satisfacción del cliente y fomente la fidelización y que en un futuro tengan a la empresa en mente a la hora de adquirir un producto.